Aprende a protegerte de la Estafa de la Falsa Central de Atención

¿Cuántas llamadas de centrales telefónicas recibes por mes? ¿Cuántas veces números desconocidos, con prefijos de otras partes de tu país, aparecen en la pantalla de tu smartphone? Sí, lo sabemos: ¡son muchas llamadas y muchas veces!

De todos esos contactos, algunos son auténticos y otros son estafas muy difíciles de identificar. Se las llama Estafas de la Falsa Central de Atención.

¿En qué consiste la estafa de la falsa central de atención?

Las estafas de la falsa central de atención son delitos en los cuales el estafador se hace pasar por un colaborador de una tienda o banco del cual eres cliente. En general, el delincuente inventa una situación falsa e induce a la víctima a compartir datos para concluir una determinada operación.

Ahora, te invitamos a informarte sobre cómo identificarlas y protegerte de estas estafas.

¿Cómo funciona la Estafa de la Falsa Central de Atención?

Las principales artimañas de los delincuentes para convencer a las víctimas de que el contacto es auténtico son:

• Inventar una situación de supuesta emergencia: generalmente, los delincuentes simulan una situación preocupante que se debe solucionar rápidamente. Dicen, por ejemplo, que se ha realizado una transacción a tu nombre o que es necesario actualizar los protocolos de seguridad de tu cuenta o dispositivo. De esa forma, hacen que la víctima esté más propensa a cooperar.
  

• Utilizar jergas técnicas: conocer y reproducir el mismo lenguaje que utilizan colaboradores auténticos de centros de atención, bancos y tiendas también aumenta la eficiencia de la estafa.

• Informar datos correctos: los delincuentes consiguen datos verdaderos, como tu nombre, edad, dirección o alguna compra ya realizada. Obtienen esa información invadiendo sistemas privados o incluso analizando las publicaciones de las víctimas en las redes sociales. Por lo tanto, aunque confirmen algunos de tus datos durante la llamada, mantente alerta, pues eso no significa gran cosa en el mundo actual.

• Utilizar números oficiales: algunos delincuentes usan aplicaciones que camuflan los números de teléfono. De esa forma, logran simular números oficiales de bancos y grandes instituciones para dificultar aun más el reconocimiento de la estafa.

¿Cómo identificar y evitar este tipo de estafa?

Para evitar las estafas de la falsa central de atención, desconfía en especial de estos tipos de contactos:

• Problema urgente: desconfía de llamadas que planteen problemas urgentes encontrados en tu cuenta, especialmente si el telefonista insiste en que el problema se debe solucionar durante la llamada.

• Superventaja: desconfía de llamadas de tiendas o de operadores de TV, internet y telefonía mediante las cuales se te ofrezcan grandes ventajas a cambio de que les proporciones tus datos financieros o de que realices un pago inmediato. 

• Actualización de app por teléfono: ninguna empresa intentará actualizar tu aplicación vía llamada telefónica. Las actualizaciones se suelen hacer por medio de la propia app y, muchas veces, son automáticas.

• Regla de los 5 minutos: en algunos casos, cuando notan que la víctima está desconfiada, los delincuentes le sugieren que corte esa llamada y que entre en contacto con el banco o tienda por medio de los canales oficiales. El problema es que ellos logran capturar una línea telefónica durante algunos minutos después de que el teléfono ha sido colgado. Entonces, la víctima cree que está haciendo una nueva llamada, pero, en realidad, sigue hablando con el delincuente. Por eso, si desconfías de alguna llamada, espera un poco antes de intentar entrar en contacto con la institución por el número oficial.

• Confirmación de datos: si un telefonista te pide que le confirmes o informes datos personales o contraseñas, cuelga inmediatamente. Las empresas legítimas no hacen ese tipo de llamada.

Conclusión

Desafortunadamente, todos estamos sujetos a pasar por la estafa de la falsa central de atención. Sin embargo, todo lo que necesitamos para defendernos es prestar atención a los detalles y entender que nuestros datos e información son bienes preciosos y personales.