¿Asistentes digitales o espías digitales? ¡Cuidado con este tipo de tecnología!
Cuando los asistentes virtuales comenzaron a estar ampliamente disponibles para el consumidor final, hubo quienes quedaron impresionados por el concepto futurista que la tecnología se atrevió a representar. Teníamos en nuestra casa algo que, hasta entonces, solo existía en las películas de ciencia ficción: una inteligencia artificial capaz de entender todo lo que decimos, recibir órdenes y ejecutar las más diversas tareas que se encuentran dentro de su alcance.
Todo comenzó en tu teléfono celular; de la noche a la mañana, podrías preguntarle a tu gadget si va a llover mañana o cuánto tardarás en llegar a tu oficina (teniendo en cuenta las condiciones del tráfico) y te responderá en unos segundos. Posteriormente surgió la idea de incrustar estos asistentes en dispositivos específicos que te estén escuchando, de forma permanente, en tu salón o incluso en tu dormitorio.
Tenemos varios ejemplos: el Asistente, de Google; Alexa, de Amazon; Cortana de Microsoft y Siri de Apple. Todos ellos se pueden encontrar incrustados en appliances para tu hogar (como las series de dispositivos inteligentes Google Home, Amazon Echo y Apple HomePod), que incluso se pueden usar para controlar a otros smart devices, como lámparas, altavoces, cerraduras conectadas, etc.
Pero ¿qué pasa con la privacidad? A pesar de que muchos consumidores no se den cuenta de esto, los “smart speakers” -que deberían empezar a escucharte solo cuando los llamas con una palabra maestra, como “Ok, Google”- puede escuchar todo lo que se dice a tu alrededor y enviando esas grabaciones a un servidor a miles de kilómetros de distancia, sin tu debida autorización.
Inteligencia artificial, no tan inteligente
¿Alguna vez te has parado a pensar lo aterrador que puede ser el hecho de tener un dispositivo electrónico escuchando todo lo que pasa en tu casa y conociendo todos tus intereses? No es de extrañar que Amazon haya informado recientemente que recibió 27,600 solicitudes de agencias gubernamentales, durante los últimos seis meses de 2020 -que incluyen información de uso sobre los usuarios de Alexa.
No todas las solicitudes son atendidas por la empresa, pero ya son habituales los casos en los que las grabaciones, los comandos y las búsquedas por asistentes digitales se utilizan como prueba en las investigaciones penales. Incluso si los archivos de audio no son almacenados por las empresas, el perfil de uso de estas soluciones deja huellas importantes en cuanto a sus actitudes, intereses e incluso perfiles de consumo.
Además, son constantes los casos en los que las infraestructuras de Alexa, por ejemplo, se han “confundido” e intercambian archivos de audio de sus usuarios. Hay informes, por ejemplo, de un usuario de Internet que obtuvo grabaciones de otra persona al azar; una residente de la ciudad de Oregon (EE. UU.) también se enteró de que su Echo envió varias conversaciones privadas al jefe de su esposo “sin querer”.
También recuerda que cada vez que realizas una consulta o le haces una pregunta a un asistente digital, se envían otros datos, incluida la información sobre el dispositivo utilizado, la identificación de usuario y la geolocalización. ¿Realmente vale la pena poner en riesgo tu privacidad por instalaciones mundanas, como reproducir una lista de reproducción usando solo el comando de voz? ¿Debemos confiar en las grandes empresas tecnológicas?
¿Es necesario realmente? ¡Tú decides!
Nuevamente, es innegable que los asistentes personales son sumamente útiles y juegan un papel importante a la hora de hacernos la vida más fácil, utilizando lo más avanzado de internet. Funciones como identificación y captura de voz always-on (es decir, cuando la IA está encendida permanentemente con el micrófono para responder de inmediato a los comandos) facilitan nuestra vida diaria, pero también aumentan la recopilación de datos.
Por mucho que la captura de información se haga, teóricamente, con el fin de optimizar los algoritmos de estos asistentes, es necesario reflexionar: ¿realmente vale la pena correr el riesgo de que nuestras conversaciones sean almacenadas por grandes empresas y nuestros secretos transcritos por operadores remotos solo para evitar tener que presionar algunos botones? Cuida y revisa bien las políticas de privacidad de cada empresa antes de unirte a un asistente o comprar un smart speaker.
Artículo traducido de: Assistentes digitais ou espiões digitais? Cuidado com esse tipo de tecnologia! — Perallis Security