Ciberguerra y espionaje: cuando la batalla física se vuelve digital
Todo parecía bien. Después de meses de una extensa investigación y un extenso trabajo de reconocimiento, Thunder, que solía comandar un equipo de operaciones especiales militares, estaba convencido de que su equipo había encontrado la sede de uno de los grupos terroristas más peligrosos del mundo. Ideó una estrategia infalible para tender una emboscada a sus objetivos y ya estaba emocionado de imaginar las felicitaciones que recibiría por otro trabajo sobresaliente. Desafortunadamente, las cosas no salieron según lo planeado.
Esta vez, los militares no estaban tratando con terroristas comunes. Los extremistas tenían su propio equipo de ciberdelincuentes de élite y, sin saberlo, Thunder y todo su escuadrón estaban siendo espiados digitalmente. Sus cuentas de correo electrónico se vieron comprometidas, al igual que el resto de sus métodos de comunicación supuestamente seguros. En el gran día, el juego cambió: fueron los criminales los que tendieron una emboscada contra los militares, ya que sabían exactamente cómo actuarían.
El excomandante tuvo suerte: escapó vivo de la trampa, pero perdió la mano y parte del brazo durante el conflicto armado. Como forma de compensación, el gobierno al que sirvió le ofreció la oportunidad de participar en un programa experimental, implantando una prótesis futurista con varias funciones, incluida la detección de noticias falsas y estafas de phishing. Liberado de la corporación, Thunder decidió usar sus nuevos dones para enseñar a la gente sobre los riesgos de las amenazas en línea, y pronto fue invitado por Lenda a unirse a los Hackers Rangers.
Entre lo físico y lo digital
Las guerras cibernéticas no son una película de ciencia ficción: son una cruel realidad. La mayoría de los países ya cuentan en su fuerza militar con un departamento específico para operaciones en el ámbito digital. Estos “ciberejércitos” se especializan en seguridad defensiva y, sobre todo, ofensiva, comprometiendo redes de naciones rivales y espiando secretos para ganar ventaja en el campo de batalla, tal como sucedió en el caso de Thunder. Grupos paramilitares, milicias y terroristas adoptaron la misma estrategia.
Los ejércitos se están modernizando y dependen cada vez más de la tecnología. Esto incluye el uso de drones (vehículos aéreos no tripulados) y otras armas controladas a distancia. Estas innovaciones sacan a las personas de la primera línea de enfrentamiento, pero ningún sistema está libre de vulnerabilidades; por tanto, la afectación de estas infraestructuras se convierte en una preocupación creciente.
El problema es tan grave que el Ejército de los Estados Unidos organiza periódicamente la Hack the Army, una competencia que convoca a los hackers éticos y los desafía a encontrar fallas en sus sistemas informáticos. La última edición de Hack the Army tuvo lugar en 2020 y, durante cinco semanas, 52 participantes detectaron nada menos que 146 vulnerabilidades en dominios vinculados al personal militar. El gobierno de Estados Unidos recompensó a los investigadores con un total de US$ 275 mil — el especialista que descubrió la infracción más grave ganó US$ 20 mil solo.
Triste realidad
Si crees que esta iniciativa es demasiado preventiva, ten en cuenta que, en 2015, el Ejército de los Estados Unidos tuvo que derribar uno de sus sistemas después de identificar una invasión del Ejército Electrónico Sirio. El gobierno de Estados Unidos también acusa a China de espiar constantemente sus operaciones militares, además de robar propiedad intelectual de armas y vehículos para su propio uso.
“El ciberespionaje no es una broma. Si este tipo de actividad ya es peligrosa cuando se usa contra civiles, el daño es aún mayor cuando hablamos del segmento militar. Los ejércitos deben prepararse para esta nueva era de combate cibernético y fortalecer sus estrategias de protección, lo que incluye, por supuesto, la implementación de programas de concientización”, explica Thunder.
¿Qué tal si conocemos un poco más de nuestro increíble Thunder?
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Thunder tiene 35 años y es un apasionado de la comida italiana, por los gadgets de comandos de voz y los videos de curiosidades.
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Es un superhéroe muy serio, responsable y disciplinado, pero en su tiempo libre le encanta jugar a los videojuegos con sus amigos.
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Thunder odia el calor, el desorden y la impaciencia.
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Su especialidad es la detección de phishings y fake news.
— “Genialidad es esfuerzo.” (Thunder, Hacker Rangers)