De CaixaBank a BBVA: el ‘Internet banking’ jubila a la oficina bancaria
El Internet Banking crece en España y los bancos lo están potenciado a base de inversión e innovación. Hace años que pesos pesados como CaixaBank, Banco Santander, BBVA y Bankia iniciaron el rumbo digital, pero hasta no hace demasiado apenas le habían dado tanta relevancia a sus divisiones tecnológicas, ni habían apostado por transversalizar las nuevas herramientas digitales que les permiten estrechar su relación con el cliente.
En España, la penetración de la banca online ha pasado del 16% en 2007 al 46% en 2017, es decir, treinta puntos porcentuales más, de acuerdo con los últimos datos de Eurostat. Pese a que el país está lejos de los líderes europeos de la banca digital (Dinamarca es el rey con un 90% de penetración), las entidades financieras están volcadas en preparar el terreno que cubra a la base creciente de usuarios digitales.
Todo ello ha condenado a una gran parte del negocio físico, ya que múltiples sucursales han sido eliminadas o reducidas en este contexto de cambio. Ciertamente, la reducción de locales ya venía acusándose en los años de crisis económica, algo que la digitalización no ha hecho más que acelerar. Entre 2008 y 2017, el número de oficinas bancarias descendió un 39% en España, según cifras de la consultora inmobiliaria JLL.
Los bancos suben cada vez más el listón en inteligencia artificial, biometría, soluciones de pago y sistemas de transferencia. En ese aspecto, varias entidades apuestan ya por el blockchain con perspectivas prósperas de futuro. Banco Santander es uno de los grupos que más confianza han depositado en este sistema, el cuál funciona actualmente dentro de su negocio de mercados de capitales. Para el banco, la tecnología de la cadena de bloques resulta útil para transformar los procesos de emisión, negociación y liquidación de valores.
Para formalizar aún más esta apuesta, Banco Santander nombró el pasado julio a John Whelan, director del laboratorio de blockchain de la compañía desde 2016, responsable de un nuevo equipo de banca de inversión digital, que fue integrado en la división Santander Corporate&Investment Banking. El trabajo de estas personas va destinado a crear servicios más personalizados para los clientes, como el posible uso de valores tokenizados en los mercados de deuda o de derivados.
El grupo forma parte de la red Alastria, un consorcio de compañías españolas que trabaja en el desarrollo de soluciones blockchain y en el que están implicados pesos pesados del tejido empresarial nacional. La agrupación fue creada en octubre del año pasado y actualmente está compuesta por 274 socios. Junto a Banco Santander, colaboran en esta red entidades como Banco Sabadell, BBVA, Bankia y CaixaBank.
CaixaBank es otra entidad empeñada en que la innovación esté presente en su estrategia digital de un modo cada vez más transversal. De acuerdo con el banco, el 55% de sus clientes utilizan los canales digitales, una vía que consideran que facilita una relación más estrecha y eficiente con las personas. En ese sentido, el big data y la digitalización de procesos se convierten en pasos clave para evolución del modelo de negocio del grupo. La compañía destinó una inversión a tecnología de 430 millones de euros en 2016, según los últimos datos facilitados por la misma.
CaixaBank dispone actualmente de 5,7 millones de clientes en banca a través de Internet en España, de los cuales 4,3 millones operan mediante el smartphone, según sus últimos datos. Su negocio por este canal se vertebra a través de imaginBank, un banco exclusivamente móvil que permite realizar cualquier gestión eximiendo al usuario del desplazamiento hasta la oficina. Junto al banco que preside Jordi Gual, los grandes players del sector también están incrementando su base de usuarios online.
Mientras que Banco Santander tiene 4,2 millones de clientes digitales en España (una cuota del 49% sobre el total), Bankia ha incrementado las ventas por este canal un 50%, logrando que estas operaciones representen hoy en día un 17% del total. En el caso de BBVA, la comercialización digital en España ha pasado del 24,9% en 2017 al 42,2% en la primera mitad de este año. A cierre de junio, la entidad contaba con 3,6 millones de clientes móviles.
El banco que preside Francisco González también es uno de los que más se ha volcado en la transformación digital. El pasado agosto, por ejemplo, la empresa lanzó un sistema de identificación biométrica para facilitar la apertura de cuentas corrientes desde cualquier lugar desde el smartphone. El grupo no sólo ha apostado por evolucionar sus herramientas digitales en el campo puramente financiero, sino que también ha destinado esfuerzos a diversificar su negocio.
La idea de BBVA pasa por ser más que un banco: ecommerce, entretenimiento, servicios e incluso salud. Uno de sus últimos movimientos y que resulta llamativo es el lanzamiento de un catálogo de carne gourmet y productos en conserva en su canal de compras online. Ello se suma a la cartera de productos comercializados por la entidad, entre los que se encuentran smartphones, tablets, ordenadores portátiles, viajes y electrodomésticos.
Con la aplicación de esa estrategia, y pese al incremento de la clientela digital y la irrupción fintech, en BBVA no se han sentido amenazados por la posibilidad de quedarse atrás en términos de transformación digital. El pasado abril, el presidente de la entidad quiso tranquilizar a sus compañeros al asegurar que “hasta ahora, los competidores digitales sólo han hecho incursiones marginales en el ámbito financiero, por lo que los bancos todavía tienen un cierto margen de tiempo para resolver sus carencias”.
Por su parte, Bankia ha diseñado un plan estratégico a tres años para potenciar la integración de la tecnología en su operativa. La compañía invertirá alrededor de mil millones de euros a lo largo de dicho periodo, de los cuáles más de la mitad irán destinados a la transformación de procesos y canales. “Los clientes están cambiando sus hábitos y el sector financiero debe adaptarse a los mismo con el fin de responder a sus demandas”, indicaron desde el grupo a Kippel01 el pasado julio.
Entre otros proyectos, Bankia trabaja en la definición de una estrategia en seguridad de la información con la que busca abordar la implantación de herramientas avanzadas en ciberseguridad. Para la empresa, la creación de un entorno digital seguro y confiable para los clientes es uno de los pilares de su proyecto digital. Por esta razón, el banco creó el pasado marzo una dirección de protección de datos para asegurar la privacidad de los usuarios. Elena Bernal, con siete años de experiencia en el grupo y hasta entonces encargada de la gestión normativa, fue designada para dirigir esta unidad.
Parte de las iniciativas de Bankia se desarrollan con la ayuda del talento externo, una fórmula por la que han apostado los pesos pesados del sector. En su caso, el grupo cuenta desde 2016 con Bankia Fintech, un centro de innovación en abierto creado de la mano de la aceleradora Innsomnia que desarrolla iniciativas conjuntas con start ups. Banco Sabadell, por su lado, fundó InnoCells en 2017 para acoger nuevos negocios digitales.
Y es que mientras las fintech ponen en jaque los conceptos de banca más tradicionales, las grandes entidades dan pasos de gigante para no perder posiciones. En el caso de Banco Sabadell, ya son 52 start ups de base tecnológica en las que ha invertido en los últimos cuatro años a través de sus tres vehículos de inversión: BStartup10, Sabadell Venture Capital e InnoCapital. Ello ha elevado a 143 millones de euros el crédito formalizado a estas compañías.
Reproducido de: De CaixaBank a BBVA: el ‘Internet banking’ jubila a la oficina bancaria | Kippel01