Día Mundial contra la Cibercensura: ¿conoces la importancia de esta fecha?
La Internet nació con propósitos muy específicos: desde sus inicios con ARPANET y a través de la omnisciente World Wide Web, su principal objetivo siempre ha sido permitir que profesionales, estudiantes e investigadores tengan un acceso más fácil a documentos de otros científicos, facilitando el trabajo conjunto a respecto de un tema específico. Sin embargo, el mundo no tardó mucho en darse cuenta de que dicha tecnología tenía el potencial de llegar mucho más lejos.
Hoy, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el acceso a Internet ya es considerado un derecho humano fundamental: facilita el ejercicio de la democracia, ya que permite que cualquier persona tenga acceso rápido a la información, como hacer valer su voz y punto de vista, comunicándose masivamente de forma sencilla y eficaz. Lamentablemente, con la popularización de la web, la práctica que acabó llamándose cibercensura también se ha vuelto cada vez más común.
La censura cibernética es cualquier medio empleado por las instituciones gubernamentales para reprender y restringir la libertad de comunicación dentro del mundo digital, lo que incluye, entre otros, evitar que los ciudadanos puedan ingresar a ciertos sitios (bloqueándolos a través de filtros geográficos), prohibiendo el uso de determinados servicios (como aplicaciones y otros softwares específicos) e incluso ordenando la retirada de una página del aire, solicitando su eliminación a la empresa responsable de su hospedaje.
Este tipo de censura cibernética tiende a ser común en países que adoptan políticas extremistas, y las maniobras de censura pueden ser puntuales, como el “cierre” total de Internet para reprimir protestas o frenar la cobertura de un hecho específico, o una constante. China, por ejemplo, es famosa por no permitir que sus ciudadanos accedan a sitios de noticias extranjeros o cualquier plataforma como Facebook, Twitter e Instagram: los civiles solo pueden usar una intranet específica, impulsada por contenido “aprobado” por el gobierno.
Más recientemente, en Myanmar, después de un golpe de estado lanzado por los militares, los birmanos se encontraron sin acceso a Internet. El Ejército de Myanmar ordenó el bloqueo inmediato de todos los operadores nacionales, lo que impidió el uso de aplicaciones de comunicación como WhatsApp. El objetivo era “cegar” a la población a lo que estaba sucediendo, evitando que reaccionara violentamente a la maniobra política y siguiendo los hechos solo en los telediarios.
Los “enemigos de la web”
La cibercensura es un tema tan grave que, el 12 de marzo, se celebra el Día Mundial contra la Cibercensura. La fecha fue creada por la organización sin fines de lucro Reporteros sin Fronteras (RSF), en 2009, como una forma de generar conocimiento popular sobre el problema, como la creación de un índice — actualizado anualmente — de países que pueden ser considerados los “enemigos” de Internet por sus constantes represiones contra el libre derecho a expresarse en el mundo cibernético.
En la lista de “Clasificación Mundial de Libertad de Prensa 2020” (la más reciente publicada por la ONG), Corea del Norte ocupa el último lugar (180º); subiendo en el ranking, tenemos a Turkmenistán, Eritrea, China, Djibouti y Vietnam. Brasil, aunque afortunadamente no suele registrar casos graves de cibercensura contra los ciudadanos, ocupa el puesto 108º en el ranking debido al clima hostil contra la cobertura periodística especializada, sobre todo política.
Por ello, el Día Mundial Contra la Cibercensura pretende recordar a toda la ciudadanía la importancia de tener una internet libre y democrática — como nació —, en la que sea posible consumir, producir y difundir contenidos sin sufrir represalias.