Permisos de app: ¡presta mucha atención antes de concederlos!

Instalar aplicaciones y juegos en tu smartphone o tablet siempre es una actividad divertida. Sin embargo, en el ansia de obtener nuevos recursos o divertirse con aquel juego que está de moda, la mayoría de los usuarios no le presta ninguna atención a un “detalle” que puede hacer toda la diferencia: los permisos que le solicita la aplicación que está instalando. Muchos internautas, de hecho, no saben exactamente cómo funcionan esos permisos ni para qué sirven y esto puede poner su seguridad cibernética y su privacidad en riesgo.

En primer lugar, entendamos qué significa exactamente conceder esos permisos. Tu dispositivo móvil no es otra cosa que un conjunto de piezas que se acoplaron en un único producto: tenemos el micrófono, la cámara trasera y frontal, los diversos sensores (giroscopio, receptor de GPS, entre otros) y así sucesivamente. Avanzando un poco más, tu sistema operativo también está compuesto por varios otros ítems: los mensajes, el gestor de almacenamiento interno, el módulo de gestión de archivos...

En fin, hablamos de más de 250 elementos diferentes a los que una aplicación, para funcionar correctamente, puede o no necesitar tener acceso. Una aplicación de fotografía, por ejemplo, obviamente necesitará tener acceso a la cámara, al gestor de almacenamiento interno (para grabar o abrir fotos) y a otras funcionalidades cruciales para cumplir su papel. Por eso, cuando la instalas, solicitará tu permiso para acceder a esos recursos y componentes en tu smartphone.

¿Libertad o libertinaje?

Pero, ponte a pensar un minuto... ¿Una aplicación de cálculos matemáticos realmente necesitará saber tu ubicación geográfica para funcionar? ¿Un jueguito simple realmente necesitará estar habilitado para escribir y leer datos de la memoria de tu celular? ¿O ese tipo de app no será más que softwares maliciosos, camuflados como programas legítimos y distribuidos por delincuentes cibernéticos con el objetivo de robar los datos de los usuarios (¡incluso los tuyos!)? Lo creas o no, eso es más común de lo que imaginas. Por eso hay que tener mucho cuidado con esos permisos.

Afortunadamente, en los tiempos que corren, las tiendas oficiales de aplicaciones de los principales sistemas operativos para dispositivos móviles cuentan con procesos muy rígidos para evitar que aplicaciones malignas se cuelen en sus góndolas. Aun así, de vez en cuando, una app con malas intenciones puede burlar las verificaciones y aparecer disponible para download. Cabe, entonces, al usuario final la responsabilidad de prestar atención a los permisos solicitados por el software y negar los que considere innecesarios.

Y, de hecho, antes de bajar lo que sea, es posible verificar cuáles permisos necesita aquella app, teóricamente, para funcionar. Encontrar algo raro en esa lista significa que debes encender la señal de alerta. 

Existen permisos más críticos con los cuales debes tener cuidado antes de otorgarlos. Presta especial atención antes de habilitar el acceso: 

• A los sensores;

• Al calendario; 

• A la cámara;

• A la agenda de contactos; 

• Al GPS;

• Al micrófono; 

• Al almacenamiento interno;

• A los recursos de controlar llamadas telefónicas y mensajes de texto (SMS).

¡Tú tienes el control!

No está de más recordar que, si tienes alguna duda con respecto a una aplicación que ya esté instalada en tu dispositivo, es perfectamente posible consultar qué permisos tiene habilitados y desactivar los que no te sientas seguro para conceder. Para eso, basta con buscar esa funcionalidad de seguridad en el menú de configuraciones de tu sistema operativo. En caso de dudas, opta por desinstalar la app sospechosa para evitarte mayores dolores de cabeza.