¿Por qué las simulaciones de phishing pueden socavar la confianza de los colaboradores? ¿Y cómo encontrar una alternativa eficiente?
Las simulaciones de phishing se han convertido en una estrategia común para evaluar la capacidad de los colaboradores de reconocer las amenazas digitales, ayudando a las empresas a proteger sus activos y mitigar los ciberataques.
Sin embargo, este enfoque, al exponer las vulnerabilidades individuales, puede afectar negativamente la cultura organizacional, reduciendo la confianza entre los equipos y haciendo que el aprendizaje sea más punitivo que educativo.
Por lo tanto, los métodos alternativos, como la gamificación, están ganando terreno al ofrecer una capacitación en ciberseguridad más interactiva, atractiva y efectiva. ¿Quieres saber cómo aplicarlo a tu favor y conocer otros enfoques innovadores? ¡Continúa leyendo!
Pentests: eficaces para los sistemas, pero ¿funcionan para las personas?
Las pruebas de invasión (también llamadas penetration tests, o simplemente pentests) son una práctica esencial en ciberseguridad. En este proceso, los expertos simulan ataques a redes y aplicaciones para identificar vulnerabilidades que podrían ser aprovechadas por los cibercriminales. Cuando se detecta un incumplimiento, se implementan ajustes para fortalecer la protección.
Un enfoque de phishing en capacitaciones en ciberseguridad tiene más o menos el mismo principio. Los colaboradores se someten a pruebas y los que caen en la estafa son reprendidos o sometidos a una capacitación puntual y reactiva.
Lo que muchas empresas no se dan cuenta es que este método es esencialmente punitivo y puede generar un ambiente de desconfianza, en el que los empleados se sienten observados en lugar de motivados para aprender.
Si bien los sistemas pueden protegerse con parches y correcciones, las personas necesitan otro enfoque para mejorar su comportamiento, lo que implica un aprendizaje continuo y la motivación para desarrollar buenas prácticas.
Cuando la seguridad se ve como una trampa, los colaboradores tienden a evitar interactuar con cualquier comunicación de la empresa por temor a represalias, en lugar de comprender y aplicar los conceptos de ciberseguridad a diario.
Ejemplo práctico
Imagina que alguien está aprendiendo a pilotar un avión. Hay dos formas de abordar esta capacitación:
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El enfoque pentest: La persona es colocada directamente en la cabina de un avión en funcionamiento, sin ningún entrenamiento previo, y se le instruye a resolver por sí misma cómo aprender a pilotar. Ella puede intentar controlar el avión, pero la probabilidad de cometer errores es extremadamente alta, y al cometer un error, será duramente castigada. Este método puede generar miedo e inseguridad, sin proporcionar una comprensión real de lo que sucedió y cómo evitar cometer errores en el futuro.
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El enfoque de aprendizaje continuo: En lugar de saltarse etapas, la persona comienza con simuladores de vuelo, aprende sobre los controles del avión, comprende los procedimientos y gana confianza y experiencia gradualmente antes de volar un avión real. Al cometer errores, recibe comentarios constructivos y aprende con cada paso. Este método le permite comprender las acciones y decisiones requeridas, promoviendo un aprendizaje más fuerte y seguro.
¿Ves lo inimaginable que parece la primera situación en ciertos contextos? La industria de phishing es una de las pocas que aún adopta una capacitación que va en contra de los principios fundamentales de una educación eficaz.
Impactos negativos de las campañas de phishing
Las simulaciones de phishing pueden tener impactos inesperados dentro de una organización. Entre los principales problemas, se destacan los siguientes:
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Ruptura de confianza: Cuando los colaboradores se dan cuenta de que están siendo evaluados sin previo aviso, la acción puede interpretarse negativamente. Esto genera desconfianza hacia el equipo de seguridad, lo que perjudica el compromiso con las iniciativas de protección digital.
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Desmotivación y ansiedad: Un enfoque punitivo hace que los empleados asocien la ciberseguridad con malas experiencias, creando un ambiente de miedo e inseguridad en lugar de aprendizaje y conciencia.
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Resultados distorsionados: No siempre el hecho de no hacer clic en un e-mail fraudulento indica conocimiento sobre el tema. Por miedo al castigo, los colaboradores pueden simplemente ignorar las comunicaciones de la empresa, lo que hace que las pruebas sean poco representativas de la verdadera comprensión de los colaboradores sobre la seguridad digital.
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Enfoque en la consecuencia, no en la solución: En muchos casos, estas campañas exponen los errores sin ofrecer un proceso educativo eficaz. En lugar de enseñar estrategias para mitigar los ataques, refuerzan solo las fallas, sin proporcionar un aprendizaje real y continuo.
Gamificación y aprendizaje continuo
Para promover la concienciación sobre la ciberseguridad sin comprometer la cultura organizacional, es fundamental adoptar métodos que fomenten la participación activa de los colaboradores. Un enfoque eficaz es la gamificación, que convierte el aprendizaje en una experiencia interactiva y atractiva.
En lugar de simplemente exponer las vulnerabilidades sin proporcionar el apoyo adecuado, una plataforma de habilitación basada en juegos y desafíos fomenta el compromiso natural, permitiendo a los empleados desarrollar habilidades de una manera práctica e intuitiva.
Un ejemplo de esta estrategia es PhishOS una solución innovadora basada en NIST Phish Scale. Esta plataforma ofrece una experiencia práctica y gamificada sobre el phishing, lo que hace que la capacitación en ciberseguridad sea más dinámica y efectiva.
Con PhishOS, los equipos aprenden a identificar amenazas reales y simuladas sin pasar por situaciones que puedan generar incomodidad. De esta manera, la seguridad digital deja de ser un factor punitivo y se convierte en un proceso educativo y motivador.
¿Cómo transformar la seguridad digital en un proceso educativo?
Adoptar un enfoque más humanizado de la capacitación en ciberseguridad requiere cambios en la forma en que se presenta la seguridad digital dentro de las organizaciones. Algunas estrategias efectivas incluyen:
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Educación continua: Proporcionar contenido periódico sobre buenas prácticas de seguridad para reforzar el conocimiento a lo largo del tiempo, garantizando que el aprendizaje sea constante y accesible.
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Retroalimentación constructiva: En lugar de castigos, los colaboradores deben recibir explicaciones claras de sus acciones y orientación sobre cómo mejorar, haciendo que el aprendizaje sea más efectivo y motivador.
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Compromiso del liderazgo: Los líderes y directores deben demostrar un compromiso con la seguridad digital, creando un entorno donde la protección de datos sea valorada e integrada en la cultura organizacional.
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Uso de plataformas interactivas: Soluciones como PhishOS permiten a los empleados aprender de forma lúdica y participativa, sin necesidad de enfoques punitivos o experiencias que generen incomodidad.
La seguridad digital debe ser una responsabilidad compartida dentro de las organizaciones, pero para que este concepto sea verdaderamente efectivo, es esencial que se lleve a cabo de manera transparente y motivadora.
Si bien las simulaciones de phishing parecen una estrategia efectiva a primera vista, su impacto en la cultura organizacional puede ser más dañino que beneficioso. Por otro lado, al invertir en plataformas de concienciación gamificadas, las empresas transforman el aprendizaje en un proceso natural, interactivo y atractivo, alentando a los colaboradores a adoptar proactivamente buenas prácticas de seguridad.
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