¿Qué diferencias hay entre una moneda digital y una criptomoneda?
El Banco Central Europeo (BCE) estudia y analiza la creación del euro digital, bajo el concepto de Central Bank Digital Currency (CDBC en sus siglas en inglés). Se trataría de una modalidad “digital de dinero del banco central que es diferente de los saldos en la reserva tradicional o cuentas de liquidación” y que depende directamente de la institución, según señala el Banco de Pagos Internacionales (BIS, en sus siglas en inglés) en el informe ‘Central bank digital currencies: foundational principles and core features’.
Desde el BCE trabajan con cautela y se cree que los primeros estudios y pruebas podrían llevarse a cabo a mediados de 2021. Una de las posibilidades es poner en práctica fórmulas basadas en tecnología ‘blockchain’, la misma que usan criptomonedas como bitcoin y ether. Esto permitiría que Europa tuviera herramientas para tener una mayor transparencia y seguimiento de la información, las transacciones y los movimientos que se realizan, según reza el informe ‘Monedas digitales emitidas por bancos centrales: características, opciones, ventajas y desventajas’, de BBVA Research.
Emitidas de forma central y con respaldo de bancos centrales
A diferencia de estas dos criptomonedas, que cuentan también con tecnología DLT (distributed ledger technology), las monedas digitales con respaldo oficial estarán emitidas de forma centralizada y contarán con respaldo de sus bancos centrales. “Una de las diferencias entre un euro digital y un Bitcoin es su forma de emisión. Mientras que las operaciones, en el caso del euro, son de carácter centralizado y el único que puede emitir es el BCE, en el caso de un Bitcoin es totalmente distinto”, destaca Alberto Muñoz Cabanes, profesor del Departamento de Economía Aplicada y Estadística de la Universidad Española a Distancia (UNED).
A su vez, Muñoz Cabanes hace referencia al minado de las criptomonedas por parte de los usuarios. Un proceso distribuido y radicalmente distinto a la emisión de divisa de un banco central, puesto que los estados pueden emitir sin un límite; mientras que, por ejemplo, la masa monetaria del ‘bitcoin’ está predefinida y no superará los 21.000.000.
Sin embargo, con las criptomonedas ocurre algo diferente. Para empezar, al ser creadas por los propios usuarios, solo después de la creación de los bloques y su verificación entran nuevas monedas en circulación. A partir de ahí su valor lo marca el mercado. “Desde un punto de vista económico, las criptomonedas nativas de redes descentralizadas y no permisionadas, como bitcoin o ethereum, no están ancladas al valor de una moneda de curso legal, sino que están sujetas al precio que marquen la oferta y la demanda. Además, hay que tener en cuenta que no están respaldadas por una entidad legal que responda en caso de darse problemas técnicos”, explica Natalia Español, economista de BBVA.
Es otra de las principales diferencias que tendría una moneda digital respaldada por un banco central: su poca volatilidad, en comparación con la que exhiben las criptomonedas hoy en día. Esto se debe, según explica el profesor Muñoz Cabanes, a que mientras los bancos centrales velan por la estabilidad financiera a través de políticas monetarias, con relación al valor de otras divisas, el bitcoin es una moneda volátil porque actúa en un mercado inmaduro, no respaldado y lleno de expectativas. Aunque el economista señala que esto puede cambiar cuanto más se popularice el uso de las criptomonedas.
Criptomonedas respaldadas por corporaciones
También cabe mencionar los proyectos de monedas digitales no respaldadas por bancos centrales pero sí por corporaciones sujetas a regulación, como puede ser Libra, ahora Diem, el proyecto de criptomoneda respaldado por Facebook. “Existen otro tipo de soluciones que buscan combinar las funcionalidades innovadoras que se encuentran en las redes de criptomonedas con mayores garantías para los usuarios”, expone Español.
Este tipo de monedas están respaldadas por una reserva de activos de la propia entidad que las emite y pueden resultar menos arriesgadas que las criptomonedas como medio de pago. “Sin embargo, hemos de tener en cuenta que, dada la novedad de estas propuestas, las autoridades están actualmente analizando y, en su caso, adaptando la regulación financiera para dar cabida a este tipo de soluciones”, explica la economista de BBVA.
Español también subraya que “este tipo de soluciones, cuando tienen un alcance global y gran número de usuarios, plantean retos importantes a la estabilidad financiera por su importancia sistémica”.
Características de las monedas digitales
Para lograr emitir una moneda digital respaldada por bancos centrales, las llamadas por las siglas CBDC, el Banco Internacional de Pagos (BIS) enumera hasta 14 características que hacen de este tipo de divisas una plataforma que se alinea con los objetivos de estabilidad financiera que rigen las instituciones monetarias internacionales. Los puntos más destacados de las CBDC, según el BIS, son:
- La conversión y el valor será la misma que con el dinero físico y se evitará la volatilidad.
- Serán aceptadas y estarán disponibles para todo tipo de transacciones ‘online’ y ‘offline’ 24/7.
- Su coste será bajo y casi nulo en los momentos de creación y distribución final del dinero.
- Constituirán en todo momento un sistema seguro y resiliente ante posibles ciberataques, caídas de los sistemas o disrupciones.
- Podrán ser operables entre diferentes sistemas bancarios.
- Hablaremos de monedas robustas y legales gracias al respaldo de un banco central.
En busca de la primacía en monedas digitales
La carrera por el liderazgo de las divisas digitales ya ha comenzado y, tanto Europa como China, quieren tomar la delantera e impedir que las criptomonedas no reguladas sean el actor principal del mundo de los pagos digitales. “Estas monedas digitales responden al interés por parte de los bancos centrales de mantenerse actualizados para garantizar el cumplimiento de sus objetivos y funciones. Muchos bancos centrales están investigando sobre el impacto de la emisión de una CBDC en el sistema financiero, mientras que otros han apostado por la emisión de este instrumento y se encuentran en fase de desarrollo. Tal es el caso del banco central chino, cuya moneda digital DCEP se encuentra en fase de pruebas”, comenta Español
El Banco Popular de China, el equivalente del BCE en Europa, está ejecutando pruebas de su moneda digital desde abril con la ayuda de cuatro bancos del país. Ante la fuerza que han adquirido en el entorno de los pagos digitales los dos gigantes tecnológicos asiáticos, WeChat y Alipay, China quiere tomar el control a partir de ahora, una vez visto lo bien que han funcionado estos medios de pago en el país. La aspiración es que el yuan digital esté completamente operativo en 2022. Más a largo plazo, el gobierno chino aspira a que su moneda digital sustituya a la moneda física en todo el país.
A nivel internacional, el gigante asiático mira hacia un hipotético escenario en el que su yuan digital se convirtiera en la divisa de referencia. “El hecho de ser el primero en lanzar tu moneda digital te permite eliminar problemas internos, como el dinero en negro, aumentar tu eficiencia fiscal, pues los pagos de impuestos serían inmediatos, mientras que permitiría agilizar el comercio, porque los pagos son instantáneos”, explica Muñoz, quien subraya la importancia que podría adquirir una moneda de este tipo en las transacciones internacionales. La comodidad de este tipo de pagos digitales podría actuar como estímulo de rápida adopción por los actores implicados.
Reproducido de: ¿Qué diferencias hay entre una moneda digital y una criptomoneda? | BBVA