¿Qué son los C-levels y cuáles son sus funciones?
CEO, CFO, CTO, CISO... parece una sopa de letras, ¿no? Aun así, es probable que ya te hayas topado con alguna de esas siglas en algún momento de tu carrera profesional. Todas hacen referencia a ejecutivos que llamamos C-levels (traducido literalmente al español, significa “niveles C”). Pero ¿y tú? ¿Sabes qué es un C-level, qué hace y cuál es su importancia para el correcto funcionamiento de una empresa?
Es muy probable que existan C-levels en tu empresa, ya que son cruciales para cualquier emprendimiento. En primer lugar, debemos entender que la “C” simplemente significa “jefe” (“chief” en inglés). Así se vuelve más fácil entender el concepto: los profesionales de nivel C son directores y líderes que juegan un papel muy importante, ya que son los responsables por tomar decisiones estratégicas y dictar el futuro de una marca por medio de sus acciones.
Hablamos de una serie de cargos que conllevan una enorme responsabilidad, una carga de trabajo mucho mayor y una remuneración altísima. Se trata de la alta dirección: personas que supervisan todo lo que sucede dentro de la empresa o en un departamento. Su trabajo es menos manual y más estratégico: por ser personas con mucha experiencia, su visión para los negocios (lo que se debe y no se debe hacer y, más importante aun, cuándo se debe hacer) puede salvar o hundir un negocio.
Entendiendo cada “C”
El profesional de nivel C más popular es, sin duda, el chief executive officer (CEO) o director ejecutivo, a quien a veces también se conoce simplemente como presidente. Él es la “cara” de la empresa y es responsable por toda la administración, por lo cual todos los otros C-levels se reportan a él directamente. Es el cargo que concentra más poder, el más influyente y respetado de toda la jerarquía corporativa.
Al CEO le sigue el chief operating officer (COO) o el director de operaciones. Si bien es común que esta figura no exista en las empresas brasileñas, es la mano derecha del CEO y se encarga de ejecutar las estrategias de su superior, quien suele estar demasiado ocupado “rompiéndose la sesera” para tomar las mejores decisiones. De esta forma, si el CEO es el cerebro de las operaciones, el COO es el cuerpo que garantiza que esos planes se lleven a cabo.
También contamos con el chief financial officer (CFO) o director financiero, que dirige el departamento de finanzas y tiene acceso irrestricto a la caja de la empresa; el chief technology officer (CTO) o director de tecnología, que supervisa el área interna de tecnologías de la información y comunicación; el chief marketing officer (CMO) o director de marketing, que dirige el sector de las comunicaciones externas; y el chief information officer (CIO), que tiene un rol similar al del CTO, pero más técnico.
Y, por último, pero no menos importante...
Tranquilo, ¡no nos olvidamos de uno de los niveles C más valiosos para quienes trabajamos con la seguridad de la información! Resulta que este “nivel C” es relativamente nuevo, pero muchas empresas, especialmente las grandes, ya se han dado cuenta de su importancia y lo han agregado a este selecto grupo. Por supuesto, estamos hablando del chief information security officer (CISO o CSO), que es el director de seguridad de la información, responsable por garantizar la seguridad de los datos y registros confidenciales de la empresa.
Pero no vayas a creer que solo el CISO/CSO y su equipo son los únicos responsables por garantizar que una empresa esté siempre segura. Al contrario, la seguridad y la privacidad deben estar profundamente arraigadas en toda la cultura corporativa. Esto significa que todos los demás niveles C deben ser conscientes de las amenazas cibernéticas y de la importancia de invertir en esta área.
Esto también explica la importancia de que exista un buen diálogo entre el área de ciberseguridad y todos los demás departamentos mencionados: de nada sirve tener un buen CISO/CSO si el CEO no ve la seguridad de la información como una inversión estratégica o si el CFO no cree que debería asignar más recursos para la compra de soluciones de protección y concienciación del equipo como un todo. Todos deben hablar el mismo idioma; de lo contrario, ¡las consecuencias podrían ser desastrosas!