¿Teletrabajo? ¡Cuidado con mezclar servicios personales y profesionales!
El teletrabajo se ha convertido en algo sumamente común para la mayoría de los trabajadores brasileños. En los últimos meses, muchas empresas se han dado cuenta de varios beneficios asociados a ese modelo, incluyendo costos operativos reducidos y mayor flexibilidad para los colaboradores, lo que, como resultado, termina optimizando su productividad. Pero, por supuesto, también se debe estar atento a los nuevos riesgos de ciberseguridad que conlleva este panorama.
Un problema muy común es el de la dificultad del colaborador para delimitar adecuadamente los espacios de información personal y profesional. Supongamos que tu empresa utilice una solución específica para almacenar archivos en la nube. En este caso, es importante que el profesional entienda que ese servicio es exclusivo para documentos y datos corporativos, evitando usarlo para fines personales. Lo mismo se aplica a cualquier software-as-a-service (software como servicio o SaaS).
Y, en el sentido inverso, se debe tener cuidado con no almacenar información de carácter corporativo — que posiblemente incluya contenidos confidenciales y sensibles — en otros servicios de almacenamiento y plataformas en línea que no sean las acreditadas por el equipo de TI. Esta práctica puede hacer que dichos datos confidenciales permanezcan en un nivel de seguridad más bajo, dado que no estarán protegidos por las mismas capas de protección que ofrece la solución “oficial” de la empresa.
¡El equipo de trabajo es para el trabajo!
Es importante subrayar otras precauciones. El uso correcto del equipo es una de ellas. En la mayoría de los casos, las compañías están ofreciendo computadoras o notebooks a los colaboradores y esos equipos ya se entregan con soluciones de seguridad debidamente configuradas para evitar problemas. Es crucial que el profesional comprenda que una máquina de ese tipo solo debe usarse para realizar actividades laborales y no para jugar o para otro tipo de entretenimiento.
Asimismo, los archivos personales deben seguir almacenándose exclusivamente en tu máquina personal, mientras que el dispositivo corporativo solo debe almacenar información relacionada con el trabajo. No entres a sitios web inapropiados, no revises tus redes sociales ni veas vídeos en YouTube. Para evitar hacerlo, imagina que estás en la oficina y que hay un firewall que impide el acceso a tales páginas. ¡Es con esta mentalidad que te proteges, además de proteger los activos digitales de tu empresa!
Cuida tu correo electrónico
Por último, no podríamos dejar de mencionar también la importancia de salvaguardar la integridad de tu correo electrónico corporativo. No se recomienda utilizarlo para hacer varios registros y suscripciones a newsletters, ya que esto aumenta la “rotación” de la dirección, que puede acabar cayendo en spam y, en consecuencia, en listas de phishing. Resiste a la tentación de tenerlo todo en un solo lugar y aprende a mantener tus vidas personal y profesional debidamente separadas. ¡De esa manera, protegerás tanto tus datos como los de la corporación!