VPN: ¿qué es, cómo funciona y cuál es su importancia?
VPN: acrónimo de Virtual Private Network, o Red Virtual Privada, si lo traducimos al español. Esta es una solución de seguridad muy antigua, pero hasta hace poco, la usaban principalmente dos perfiles de usuarios de Internet: los que estaban preocupados por su privacidad en línea y los que buscaban alguna forma de acceder a contenido bloqueado geográficamente (es decir, disponible solo para ciudadanos de ciertos países).
Sin embargo, con la pandemia del nuevo coronavirus (SARS-CoV2), todo cambió. La necesidad de implementar el teletrabajo y el mayor uso de dispositivos personales, incluidas computadoras portátiles y smartphones, para fines comerciales, ha obligado a las empresas a implementar las VPNs de manera casi como si fuera una emergencia. Pero, al final, ¿qué es exactamente una VPN, cómo funciona y cuál es su importancia en términos de seguridad de la información y protección de la privacidad del usuario?
La clave es el cifrado
Para hacer una comparación bastante sencilla, una VPN es como un automóvil blindado que usas para transportar tus objetos de valor desde el punto A (tu casa) al punto B (tu banco). En primer lugar, vale la pena recordar los principios básicos de Internet: siempre que accedes a un sitio web, una aplicación web o cualquier otro recurso que esté alojado en la red mundial de computadoras, simplemente estás accediendo al contenido almacenado en un servidor (que nada más es que otra computadora) ubicada en algún lugar del mundo.
Lo que hace las VPNs es encapsular tu tráfico (es decir, la comunicación entre tu dispositivo y estos servidores) en una especie de túnel construido con encriptación de alto nivel, protegiéndote contra cualquier actor malintencionado que pueda espiarte o robar información sensible. Ésta es la importancia de utilizar este tipo de software, especialmente en conexiones desconocidas, como redes Wi-Fi públicas o en coworkings (donde muchas personas utilizan el mismo punto de Wi-Fi).
Lo creas o no, pero cuando navegas por la web sin cifrado, tu proveedor de servicios de Internet puede examinar tu actividad y ver a qué sitios estás accediendo. Además, existe un tipo de ataque conocido como man-in-the-middle (literalmente, “hombre en el medio”, en español), en el que el delincuente intercepta tu conexión para espiar tu tráfico. Con esto, puede extraer, por ejemplo, la contraseña que ingresas en la Banca por Internet o las credenciales ingresadas en una red social.
Internauta enmascarado
Por supuesto, esta es solo una de las ventajas de las VPNs. Muchas personas utilizan estas soluciones por su capacidad de enmascarar su dirección de Internet (IP), lo que te permite fingir que estás navegando por la web desde EE. UU., Noruega, Japón, Arabia Saudita... Tú eliges. Esto es muy útil al acceder a contenidos y sitios web que solo están disponibles para ciudadanos de un determinado país e incluso al comprar productos exclusivos para una determinada ciudadanía.
“¿Pero no pueden los delincuentes utilizar esto para enmascarar sus actividades?”, te lo puedes preguntar. Sí lo pueden. Pero en la informática forense, existen métodos para localizar a un criminal e identificarlo.
Por último, es importante señalar que existen VPNs gratuitas, pero no se recomienda su uso, ya que dichos programas tienden a monetizar sus registros de acceso o mostrar demasiados anuncios. Vale la pena invertir en una suscripción mensual o anual para obtener una solución de calidad; hay varias disponibles y confiables en el mercado que seguramente se ajustarán a tu presupuesto. Después de todo, ningún dinero puede comprarte una buena noche de sueño, sabiendo que tus datos están seguros.